domingo, 19 de julio de 2009

COORDINACIÓN 4 Y 5 AÑOS

El jueves25 de junio realizamos actividad de coordinación de 4 y 5 años B.
Presentamos dos propuestas, en cada una de las cuales actuaron niños de ambos grupos.
PROPUESTA 1
Cuento maravilloso basado en la fábula de Esopo:

El ratón del campo y el ratón de la ciudad

Era una hermosa mañana. El sol con sus primeros rayos dio los buenos días al gallo madrugador y éste, para responderle, infló más y más su emplumado pecho y lanzó un fuerte: ¡QUIQUIRIQUÍ!
Era el encargado de despertar a toda la granja. Cada uno de los animalitos comenzaba el día a su gusto: el cerdo se bañaba en el barro, las vacas daban su leche… y el ratón, muy feliz, desayunaba una gran porción de queso.
Su casa, ubicada en el establo, estaba protegida de las fuertes lluvias.
Sus vecinos eran todos amigables. Había caballos, vacas, terneritos, y dos ovejas lanudas que jugaban todo el día con él. En los fríos días de invierno, dormía calentito junto a ellas.
¡Qué lindo era vivir en el campo! Se divertía mucho: trepaba por los árboles en busca de nueces, cosechaba tiernas zanahorias, siempre había alguna vaca que le regalaba leche para preparar deliciosos quesos…
A la caída de la tarde, se sentaba en las ramas de un viejo árbol para despedir al sol, y ver asomarse a la gran luna que adornaba el cielo con su manto luminoso de estrellas. Aunque, sin duda, para el ratoncito lo mejor eran sus amigos.
Sin embargo, su mejor amigo vivía muuuy lejos, ¡Cuánto lo extrañaba! Gracias a una paloma mensajera, semana a semana recibía noticias de él. En sus cartas le contaba lo emocionante que era vivir en una ciudad: luces de colores por todas partes, muchas personas, altos edificios, automóviles, ómnibus, parques y ¡una gran variedad de quesos de todo el mundo! Todo era abundante y grande…
Cada vez que leía estas cartas, el ratón del campo pensaba: “¡Cómo me gustaría conocer la ciudad! ¡Ver tantas luces juntas! ¡Ir al cine! Visitar a esos comercios que venden diferentes quesos… ¡Mmm, se me hace agua la boca!”
Un día recibió una carta muy especial. Mientras que leía sus orejitas rehacían más redondas de la alegría. Su amigo le decía:
“Querido amigo del campo: me gustaría que me visitaras. Así podría comprobar todo lo que te cuento en las cartas. Podríamos ir de paseo al parque de diversiones, al circo, a ver títeres en el teatro, probar ricos helados y… los más deliciosos quesos. Avísame cuando vendrás. ¡Te espero pronto!”
¡Qué feliz estaba el ratoncito de campo! ¡Un sueño se hacía realidad!
Apenas terminó de leerla, tomó la decisión:
-Me iré a la ciudad- les contó muy emocionado a los animales de la granja-. ¡Visitaré a mi mejor amigo!
Esa noche, en la granja le hicieron una fiesta de despedida y todos le desearon ¡muy buen viaje!
En el tren, el ratón pasó todo el día pensando que nunca había salido de la granja, ¡cuántas cosas aprendería!
Ya el sol pisaba el horizonte, cuando el paisaje comenzó a cambiar: se llenó de luces de mil y un colores, del piso “crecían” edificios altísimos con muchas ventana, faroles que iluminaban las calles, muchos vehículos yendo de un lugar a otro… ¡No podía cerrar los ojos, estaba deslumbrado!
Su amigo lo esperaba en la estación y al verlo le hizo seña con los brazos:-¡Aquí estoy! ¡Bienvenido!
-¡Qué alegría verte!- lo saludó Ratón de Campo, que saltaba de felicidad.
Charlaban entretenidos por las calles de cemento, cuando ¡FIUMMM! la enorme rueda de un camión casi le pisa la colita.
-¡Cuidado!- le gritó sobresaltado Ratón de Ciudad a su amigo-, en las calles debemos tener los ojos muy abiertos, ¡vamos!
¡Tuc, tuc, tuc, tuc! hacía el corazón del ratoncito del campo. Nunca había imaginado los peligros que escondía la ciudad.
Por fin, después de sortear varios riesgos, llegaron a un gran edificio.
El ratón del campo quedó asombrado por el lugar donde vivía su amigo: ¡una fábrica de quesos! “Mmm, qué rico olorcito…”, pensó y al instante la pansita le empezó a hacer ¡gruuu griii gruuu! Se subieron a los estantes de los quesos con agujeros, los favoritos de cualquier ratón que se precie de tal. El ratón del campo creía que estaba en el paraíso, ¡cuántos quesos y qué irresistibles! Y se lanzaron como moscas a la miel y probaron toooodos los gustos de toooodos los quesos hasta quedar con la panza bien llena.
No podían moverse, así que decidieron tomar una siesta. Tan cansados estaban que no advirtieron que, muy sigilosamente, una sombra se acercaba a ellos. Sólo se escuchaba un ronroneo cada vez más fuerte.
Era Miski, el gato de la fábrica, que no traía muy buenas intenciones… Por suerte el ratón de la ciudad se despertó y gritó:
-¡Huyamos, que nos come!- tomó del brazo a su amigo y corrieron hasta llegar a la guarida.
Ya a salvo, el ratón del campo dijo con su voz de susto:
-Deseo volver a mi hogar.
-¡Quédate!- le pidió su amigo, todavía hay mucho por conocer.
-No, la ciudad es muy bella, pero yo prefiero la calma de mi hogar, la granja.
Mientras, ¡TAN… TALÁN! , sonaba la campana del tren, los amigos se despidieron con un abrazo.
Amanecía ya en el campo, y el ratón se alegró una vez más al escuchar el inconfundible ¡QUIQUIRIQUÍ! del gallo
Ruperto.

Extraído de “Fábulas Clásicas” – TESOROS INFANTILES


En base al cuento se realiza una tarea plástica de pintura y en la que se escriben los nombres de los personajes.




















PROPUESTA 2
Trabajamos con el apoyo de niños de 5to. y 6to. año en el programa GCompris en XO con los programas



  • MAZE

http://activities.sugarlabs.org/es-ES/sugar/addon/4071


  • GCompris Drawnumber 11 DIBUJAR NÚMERO

http://activities.sugarlabs.org/es-ES/sugar/addon/4118

  • GCompris Mosaic 11 RECONSTRUYE EL MOSAIC

http://activities.sugarlabs.org/es-ES/sugar/addon/4167


Para descargarlos conjuntamente
http://activities.sugarlabs.org/es-ES/sugar/addon/4167



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